Estad?sticas de juventud a prop?sito del “D?a del Amor”
Uno de los muchos orígenes de la celebración del “Día del Amor y la Amistad”, data de la época del Imperio Romano, cuando el emperador Claudio II prohibió a los jóvenes casarse y vivir en matrimonio porque pensaba que solteros, serían mejores soldados al no contar con ningún compromiso en el momento de ir a la guerra.
De tal forma, un sacerdote llamado Valentín, consideró injusto el decreto dictado por el emperador, por lo que comenzó a celebrar en secreto los matrimonios de los enamorados. La “rebeldía” del cura fue descubierta, por lo que se le encarceló y sentenció a ser decapitado el 14 de febrero, fecha retomada para esta celebración.
Con motivo de esta celebración, el Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve) presenta algunos resultados extraídos de la Encuesta Intercensal 2015 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), sobre la situación conyugal de la población joven y el registro de matrimonios y divorcios ocurridos en el país.
En México, habitan 37.5 millones de jóvenes de entre 12 y 29 años de edad, siendo más mujeres (50.6%) que hombres (49.4%). Del total de este grupo etario, 6.8 millones tienen entre 12 a 14 años, 10.8 millones tienen entre 15 a 19 años, 10.7 millones tienen entre 20 a 24 años y, 9.3 millones tienen entre 25 a 29 años.
Respecto a la situación conyugal de las y los jóvenes cabe destacar que gran parte de los hombres jóvenes son solteros siendo estos el 73.8%,(73.8%), el 11.1% están casados, el 13.1% viven en unión libre, el 1.0% se encuentran separados de su pareja, el 0.2% son divorciados, y no se cuenta con un registro de los varones de entre 15 a 29 años que están viudos.
Para las mujeres se observa una configuración diferente ya que su unión se da a más temprana edad. Es por ello que el 33.1% de las jóvenes se encuentran casadas o en unión libre (8.7 puntos porcentuales más que los hombres), mientras que el 63.0% se encuentran solteras, el 2.9% separadas, el 0.3% divorciadas y el 0.2% viudas.
En lo que respecta a las y los jóvenes mexicanos que después de casarse o vivir en unión libre se separaron o se divorciaron, señalan en el citado documento como principales motivos para hacerlo el desempleo, el no contar con los recursos económicos suficientes para sostener una familia y el no llevarse bien como pareja.