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Mortalidad materna: fen?meno invisibilizado durante la pandemia

 

Una de las graves consecuencias que la pandemia ha provocado en las mujeres mexicanas es el incremento de la mortalidad materna por condiciones no controladas durante el embarazo como resultado de la limitada disponibilidad de atención sanitaria durante los últimos años, expresó Paula Rita Rivera, directora de Telefem.
Datos del Observatorio de Mortalidad Materna en México revelan que antes de la pandemia, la tasa de mortalidad materna era de 31.2 por cada 100 mil nacimientos, situación que aumentó durante la pandemia hasta 57.7 por cada 100 mil nacimientos.[ii]
La mortalidad materna durante la pandemia ha sido invisibilizada en nuestro país. Aún no hemos logrado reducir significativamente esta situación, ya que las hemorragias uterinas, infecciones, hipertensión gestacional y complicaciones en el parto, siguen cobrando la vida de la población femenina. Ante esta situación el reto es que las mujeres accedan a una atención segura, oportuna y respetuosa que no ponga en peligro su vida, enfatizó Rita Rivera, también licenciada en obstetricia y puericultura.
A partir del inicio de la pandemia y hasta nuestros días, Latinoamérica se ha situado como una de las regiones con una de las tasas más alta de interrupciones de embarazos, debido al cierre de clínicas para atención de las mujeres y con ello la falta de controles en el embarazo, aunado a que muchos hospitales se volvieron de atención exclusiva para pacientes con Covid-19 por la emergencia sanitaria, agregó la especialista.
Esta situación ocasionó que el 8% de las muertes maternas globales se originarán por interrupciones de embarazos inseguros, principalmente en grupos vulnerables como mujeres muy jóvenes y en situación de pobreza, señaló Rita Rivera.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), se calcula que anualmente se realizan 25 millones de interrupciones de embarazos inseguros y el 61% de los embarazos no deseados se interrumpen voluntariamente, la gran mayoría en países en vías de desarrollo.[iii]
La interrupción del embarazo es una de las causas principales de muerte materna, que podría ser prevenible evitando complicaciones físicas, psicológicas y sociales en las mujeres, además del impacto económico que representa para los sistemas de salud.
Paula Rita Rivera explicó que como una respuesta a esta situación que pone en riesgo la vida de las mujeres, existen organizaciones sin fines de lucro como Telefem, cuya misión es brindar servicios de telemedicina para la interrupción legal del embarazo con apoyo de tratamiento médico y un equipo de profesionales de la salud, quienes ofrecen atención integral para acompañar a las mujeres durante todo el proceso vía Telemedicina. https://telefem.org/
 
La especialista expresó que Telefem está dirigido a todas las mujeres que requieran la interrupción legal del embarazo y en casos donde los embarazos no tuvieron evolución favorable que requieren interrupción espontánea y evacuación hasta la semana 10 de gestación.
La OMS señala que la imposibilidad de recibir una atención para interrumpir el embarazo infringe varios derechos humanos de las mujeres y de las niñas, como el derecho a la vida, el derecho a gozar del grado máximo de salud física y mental, el derecho a beneficiarse del progreso científico, el derecho a decidir libre y responsablemente el número de hijos y espaciamiento entre los partos y el derecho a no sufrir torturas ni tratos o castigos crueles, inhumanos o degradantes.
El Telefem coincidimos con la defensa de los derechos sexuales y reproductivos de todas las mujeres, brindando un servicio legal, asequible, seguro, confiable y anónimo, donde tengan la plena confianza de que cuentan con un equipo de profesionales para apoyarla en su proceso de interrupción del embarazo y se evite el riesgo de muerte materna, concluyó Rita Rivera.

Una de las graves consecuencias que la pandemia ha provocado en las mujeres mexicanas es el incremento de la mortalidad materna por condiciones no controladas durante el embarazo como resultado de la limitada disponibilidad de atención sanitaria durante los últimos años, expresó Paula Rita Rivera, directora de Telefem.

Datos del Observatorio de Mortalidad Materna en México revelan que antes de la pandemia, la tasa de mortalidad materna era de 31.2 por cada 100 mil nacimientos, situación que aumentó durante la pandemia hasta 57.7 por cada 100 mil nacimientos.

La mortalidad materna durante la pandemia ha sido invisibilizada en nuestro país. Aún no hemos logrado reducir significativamente esta situación, ya que las hemorragias uterinas, infecciones, hipertensión gestacional y complicaciones en el parto, siguen cobrando la vida de la población femenina. Ante esta situación el reto es que las mujeres accedan a una atención segura, oportuna y respetuosa que no ponga en peligro su vida, enfatizó Rita Rivera, también licenciada en obstetricia y puericultura.

A partir del inicio de la pandemia y hasta nuestros días, Latinoamérica se ha situado como una de las regiones con una de las tasas más alta de interrupciones de embarazos, debido al cierre de clínicas para atención de las mujeres y con ello la falta de controles en el embarazo, aunado a que muchos hospitales se volvieron de atención exclusiva para pacientes con Covid-19 por la emergencia sanitaria, agregó la especialista.

Esta situación ocasionó que el 8% de las muertes maternas globales se originarán por interrupciones de embarazos inseguros, principalmente en grupos vulnerables como mujeres muy jóvenes y en situación de pobreza, señaló Rita Rivera.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), se calcula que anualmente se realizan 25 millones de interrupciones de embarazos inseguros y el 61% de los embarazos no deseados se interrumpen voluntariamente, la gran mayoría en países en vías de desarrollo.[iii]

La interrupción del embarazo es una de las causas principales de muerte materna, que podría ser prevenible evitando complicaciones físicas, psicológicas y sociales en las mujeres, además del impacto económico que representa para los sistemas de salud.

Paula Rita Rivera explicó que como una respuesta a esta situación que pone en riesgo la vida de las mujeres, existen organizaciones sin fines de lucro como Telefem, cuya misión es brindar servicios de telemedicina para la interrupción legal del embarazo con apoyo de tratamiento médico y un equipo de profesionales de la salud, quienes ofrecen atención integral para acompañar a las mujeres durante todo el proceso vía Telemedicina. 

La especialista expresó que Telefem está dirigido a todas las mujeres que requieran la interrupción legal del embarazo y en casos donde los embarazos no tuvieron evolución favorable que requieren interrupción espontánea y evacuación hasta la semana 10 de gestación.

La OMS señala que la imposibilidad de recibir una atención para interrumpir el embarazo infringe varios derechos humanos de las mujeres y de las niñas, como el derecho a la vida, el derecho a gozar del grado máximo de salud física y mental, el derecho a beneficiarse del progreso científico, el derecho a decidir libre y responsablemente el número de hijos y espaciamiento entre los partos y el derecho a no sufrir torturas ni tratos o castigos crueles, inhumanos o degradantes.

El Telefem coincidimos con la defensa de los derechos sexuales y reproductivos de todas las mujeres, brindando un servicio legal, asequible, seguro, confiable y anónimo, donde tengan la plena confianza de que cuentan con un equipo de profesionales para apoyarla en su proceso de interrupción del embarazo y se evite el riesgo de muerte materna, concluyó Rita Rivera.

 

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