Los riesgos del Home Office
El trabajo a distancia, o Home Office, que se realiza sin planificación, asistencia y seguridad sanitaria también conlleva riesgos entre los que resaltan las dolencias físicas, como los musculoesqueléticos y la fatiga visual, derivadas del trabajo prolongado en la computadora, que también ocurren trabajando en una oficina si no se cuenta con una estación de trabajo ergonómica.
Igualmente es preocupante el alargamiento frecuente de las jornadas laborales y que muchas veces se trabaje aún estando enfermo.
Otro posible daño es el aislamiento social que puede conducir a una mayor soledad, agotamiento, depresión, irritabilidad, preocupación y sentimientos de culpa en los trabajadores. De igual modo, puede acarrear más conflictos entre el trabajo y la familia que los horarios tradicionales de oficina, sobre todo cuando la ocupación profesional es muy demandante. La violencia doméstica, incremento del consumo de tabaco y alcohol, y aumento nocivo de peso son otros posibles riesgos.
La OMS y la OIT aclararon que todos estos hallazgos se basan en estudios preliminares y que hará falta más investigación para determinar los verdaderos impactos del teletrabajo para los diferentes trabajadores y durante períodos más largos.
Aumento del teletrabajo
El documento detalla que como consecuencia de pandemia, el trabajo remoto aumentó en Europa de 11% a 48% y el 40% de las horas de trabajo pagadas se realizaron a distancia. En América Latina y el Caribe, más de 23 millones de personas transitaron al teletrabajo en el segundo trimestre de 2020.
Según los datos disponibles, el cambio al teletrabajo ocurrió en su mayoría entre empleados con mayores ingresos y niveles educativos.
Los organismos citan un análisis que indica que el trabajo a distancia seguirá creciendo y calcula que el 34% de los trabajos en Estados Unidos, por ejemplo, podrían hacerse de forma remota.
“Como es probable que aumente el teletrabajo, es importante garantizar que los empleadores, los gobiernos y los trabajadores y sus representantes entiendan cómo abordar los impactos de éste en la salud para que haya un equilibrio de las necesidades de los empleados y las empresas u organizaciones”, acotan las agencia de la ONU.
En opinión de la doctora María Neira, directora del Departamento de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud, de la OMS, a largo plazo, los efectos del teletrabajo “dependerán totalmente de que los gobiernos, los empleadores y los empleados trabajen juntos, y de que haya servicios de salud laboral ágiles e imaginativos, a fin de poner en marcha políticas y prácticas que beneficien tanto a los trabajadores como al trabajo”.